Huérfano de muy niño fue criado por su abuela materna en uno de los barrios periféricos de la ciudad.
El poeta la recuerda con cariño: “Se llamaba Ercilia Gallardo, era hija de indios y analfabeta. Esa mujer llena de cariño me cuidó con la ayuda de otros familiares”.
Pablo vendió diarios, lustró zapatos y a los 12 años trabajó como ayudante de sastre de su padrino, don Luis Díaz.
En el año 1957 recaló en Buenos Aires para trabajar en importantes sastrerías.
Navegó en alta mar por iniciativa de un hermano durante dos años recorriendo varios países sudamericanos y luego durante un año en la Marina Mercante amplió su conocimiento del mundo.
Su ingreso a la vida artística
En Santiago había hecho de locutor en los bailes del “Solar de los Deportes” y con esos antecedentes se relacionó en la Capital Federal con las peñas de éxito. Allí conoció a la flor y nata del folklore nacional. Su primer tema importante lo escribió con Carlos Carabajal y se trata de la chacarera “Pa´ carnavalear”.
Lo demás, su relación con diversos coautores, es ampliamente conocida como la sucesión de títulos que enmarcan una gran trayectoria y lo ubican en lo más granado de la letrística nacional. Sólo por mencionar algunos como “La pucha con el hombre”,
“Camino al amor”, “Para el que ande más lejos”, “Santiago chango moreno”, “Fiesta grande en Santiago”, “Chacarera del patio” y la ya casi convertida en himno popular, la chacarera “Entre a mi pago sin golpear”, le dan a Trullenque una indiscutible categoría de bardo popular.
Sin dejar de lado sus obras integrales:”Salud, Santiago, madre de ciudades” y “Grito de un viejo silencio”como muestras de una creatividad sin límites hay que coincidir en el juicio valorativo del Lic. Alberto Tasso cuando dice:” Trullenque se inscribe de modo característico en el tipo llamado poeta popular, de que aquel que recoge unos asuntos, unos sentimientos y hasta un modo de expresión compartidos por su comunidad”.
Falleció en La Banda el 5 de setiembre de 2000
Alguna“Chipaco”
Chipaco: fue la unánime respuesta
a la pregunta con lejano acento
al oírse el pregón tan dulce y viejo…
-¿Qué vende ese pájaro de la siesta?-
-Es un pan de harina, grasa y chicharrón
salmuera, amor, dolor y rancia nobleza
pan milagroso que llena la mesa
de antiguos olores y sabe a perdón.-
Pan que en horno de barro se cocina
con fuego de leña de árbol tumbado
o muerto de pie en siestas pajizas.
Cuando lo muerdas, cobrizo y crocante
sentirás, la fe, el amor de mi gente
y su nostalgia por el hijo vacante.
Con matecocido es almuerzo y cena
en los días duros de la soledad
fue y es muchas veces pan de navidad
en los ranchos parias y en las cosechas.
Y desde siempre fue pan… desde el agua…
la sal, el mortero y la flor del trigo
y tomó el color ocre del nativo
en bateas de sol y noches leudadas.
¡Ah, cuando halles un chango vendiéndolo
cómprale que podrías comprar un sueño,
quizás una leyenda o una tradición.
Y al volver no olvides llevarte este pan
y llevarás con él la gracia del Señor
para compartirla y bendecir tu hogar.
Pablo Raúl Trullenque
Abril de 1996
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